A Norah Lange de Alfonsina Storni - 1928

Dónde anclará tu “Rosa” Norah?

La echaste a vagar
por los canales verdes del alma;
sobre olas de silencio;
en las tardes redondas,
de perfumes porteños.
más allá de la esfera
de ti misma.

A veces se balanceaba
sobre el cero de una laguna,
en éxtasis de paz.

O se alargaba como gusano
para resbalar por entre
los estrechos de la angustia.

O se clavaba
en lo alto
de una peña;
pájaro de fuego.

No era siempre
una rosa...

Ya trepaba
por las chimeneas
negras de la ciudad,
rata pintora,
atisbando paisajes.

O era cazadora
de cabezas de niños,
flores de pies huyentes...

O se ponía dos alas
de papel;
carta triste,
aeroplano diminuto
cortando nieblas...

Podía doler
como raíz
de árbol anciano.

O era moledora
de corazón harinoso,
blanco de sol desmigajable,
rezumador de pétalos acromos.

Sabía reducir el mundo
hasta cuadricularlo
en una ventana.

Doble mandibula
de 24 horas,
un labio matinal,
otro nocturno,
apresaba un bostezo
que era soledad.

Y llamaba a los pájaros
del silencio
para que empollaran
en tu boca
el beso que no hiere.

Rumbo de la Rosa,
que navega agua de libro
sin limite posible...!

Qué nueva Atlántida
te cazará
en tan vasto océano?